Entrevista a Yuliana Ortíz Ruano, poeta y editora de la revista Cráneo de Pangea

¿Cómo  y cuándo surge una revista literaria como Cráneo de Pangea? ¿De dónde viene la idea del nombre y el formato original?
La revista nace en el ... ¿cuántos años? tenía yo 20 - 21 años, 2014 por ahí. Era un blog. En ese entonces yo conocí a Juan Romero, que es el chico con el que tengo la revista. Nos conocimos en un encuentro de poesía en Machala. Él tenía como 17, yo tenía como 19 y dijimos para hacer algo juntos, ya que habíamos hablado mucho y nos dimos cuenta que teníamos como una línea más o menos similar, luego él me agregó a un grupo de Facebook que se llamaba “Los perros románticos” y ahí había gente de todas partes del mundo que también hacían lo mismo: revistas individuales, revistas virtuales, traducción, cosas así. Era gente de nuestras edades. Así fue que Juan y yo hicimos una vídeo llamada y me propuso hacer una revista juntos, yo le dije que sí.
Entonces hicimos un google docs para ver qué nombre le íbamos a poner a la revista; a mí se me ocurrió cráneo de Pangea porque en ese tiempo estudiaba ingeniería ambiental y tenía este vuelo con Pangea. Entonces cráneo era como la idea de que cada autor o autora sería como el cráneo de una tierra unida, porque de cierta forma a través de las redes sociales o del Internet nosotros sentimos que el mundo se ha unido, en el sentido de que podemos tener distancias geográficas, pero la poesía nos une. Entonces Cráneo de Pangea porque todos somos cráneos de una misma tierra. 
¿Cuántos colaboradores tienen?
Al principio éramos solo los dos, ahora somos tres.
¿Quién es la tercera persona?
La tercera es Abril Altamirano, ella también es de Quito y se encarga solo de la edición, nosotros, Juan y yo hacemos la curaduría, pedimos las colaboraciones, trabajamos el contenido.
Si tuvieras que asignarle un lugar específico dependiendo de sus procedencias ¿cuál sería? ¿O solo dirías que es una revista ecuatoriana?
Sí, ecuatoriana, porque nuestro objetivo sí era visibilizar las voces poéticas. Primero los autores de poesía nacidos en los ochenta y los noventa; esa era la consigna primero. Después sentimos que era necesario abrir el campo y ahora tenemos edición y un montón de cosas más, de todas las edades. Porque antes solo teníamos poesía: un autor, la biografía del autor y una selección de dos o cuatro poemas. Eso era todo lo que hacíamos en el blog.
¿La revista ya no se plantea como una iniciativa de solo promoción poética?
Sí es una revista de promoción poética, pero ahora trabaja con poesía en distintos registros. Trabajamos ensayo de poesía, traducción de poesía, entrevista a autores de poesía, editores; pero todo en torno a la poesía. 
¿Cuántas publicaciones llevan ya?
Como revista, porque antes lo teníamos como blog, como revista tendríamos cuatro ediciones. Vamos a la quinta edición. En el blog tenemos ciento setenta y cuatro autores.
¿Cuáles son las mayores dificultades a la hora de mantener en marcha una revista literaria como ésta?
Lo económico, principalmente, porque como es una iniciativa nuestra no tenemos mucho dinero. Impresa ni lo hemos pensado. Una vez hicimos una selección impresa con Volátil Encuadernación, que era de Volátil Editorial en el 2016. Se hizo una presentación y nos hicieron unos fanzines de Cráneo de Pangea. Hicimos tres fanzines: uno de un autor ecuatoriano, uno europeo de habla hispana y un autor latinoamericano. Hicimos esas tres muestras, tres de cada uno. Pero esa fue la única vez que imprimimos algo. Desde el principio dijimos que solo digital porque era la posibilidad que teníamos; y blog porque era lo gratuito. Pero después, cuando yo empecé a estudiar en la Universidad de las Artes del Ecuador, el blog fue manejado por Juan y hubo un tiempo en que tuve también que manejarlo sola porque él estaba ocupado. Después de eso él decidió que era mejor dejar todo ahí, pero yo le dije que mejor nos sentemos a conversar y ahí fue que decidimos convertir el blog en revista. Él pagó todo. Así que sí, lo económico, porque hay que pagar un dominio anual, el mantenimiento de la página. Y el tiempo también. Sacamos tiempo de donde no hay. Él ahora está haciendo una maestría en Guadalajara y yo estoy estudiando la licenciatura en literatura.
¿Cada qué tiempo realizan publicaciones? ¿cuál es el proceso de planificación? 
Sacamos una edición cada tres o cuatro meses. Antes teníamos un correo público donde la gente nos enviaba las colaboraciones, ahí conocimos a mucha gente, sobre todo de España. Pero en esta nueva etapa de la revista decidimos nosotros pedir colaboraciones. Lo que hacemos es ver los premios de poesía en Ecuador, ver alguna publicación importante y según eso elegimos.
El objetivo de Juan es buscar traducciones de gente joven que traduzca a poetas jóvenes. Mi objetivo más bien es visibilizar autores que no han sido publicados. También me gusta la entrevista y el ensayo. A él además de la traducción le gusta el dossier. Tratamos de no repetir y así tenemos dossiers de poesía colombiana, poesía argentina. Y a algún autor que nos guste como hace su trabajo de curaduría le pedimos que nos haga un dossier de poetas de su país. Porque es importante pensar la poesía desde otros criterios. Yo le pido a las personas o les propongo que hagan ensayos sobre autores, pero no son ensayos académicos. Por ejemplo tenemos el ensayo sobre Euler Granda que hizo Edisón Navarro; y ese ensayo fue muy libre. 
¿Qué pasos se van siguiendo hasta que toma forma el número?
Trabajamos por edición. Entonces cada edición tiene distintas partes del corpus de la edición: Tenemos el dossier, que es la compilación de los autores; tenemos la muestra poética, que son de tres a cuatro autores, les pedimos sus libros y de esos libros nosotros hacemos la selección de seis poemas, diez máximo; tenemos ensayo; entrevista y traducción. Esas son las subdivisiones. Nosotros lo que hacemos es decirnos ¿qué vamos a trabajar? y ahí proponemos, porque por nuestra cuenta también nos ponemos a receptar. Yo le pido a la gente sus trabajo y luego a los meses después sacamos y así voy pidiendo a las personas que yo veo que escriben poesía o sobre poesía. Vamos buscando autores no tan conocidos o  algún libro perdido.
 ¿Cómo ves el alcance de la revista en la plataforma digital?
Sí hemos  tenido un alcance, en el sentido de que  cuando éramos blog, no teníamos ni dos meses y nos pusieron en El Cultural de España, en El País (dentro de la revista de suplemento cultural nos nombraron como referente de la nueva poesía). También nos han citado en textos teóricos; los poetas y autores mencionan que sus textos han sido publicados en revistas importantes y mencionan a Cráneo de Pangea. Para nosotros sí es muy lindo que hayan autores famosos o que ya están publicando y que pongan a nuestra revista como referencia.
¿Qué poemas y/o poetas recuerdas especialmente de entre todos los que han participado en este tiempo?
Todas las personas que se han publicado en esta revista para mí han sido súper importantes: primero por la apertura que han tenido y por la responsabilidad que nos dan a nosotros al darnos sus textos, algunos inéditos. Teníamos a veces el buzón lleno de mensajes de personas que querían publicar y eso para nosotros era impactante. Pero yo recuerdo mucho a los poetas cubanos que publiqué. Recuerdo a Rolando Ávalos, a quién publiqué porque me mandó su trabajo, no lo conocía, pero me gustó mucho lo que escribía, y así él me recomendó a más poetas cubanos jóvenes.
Me gustó cómo escribían allá, cómo tienen una herencia poética interesantísima. Él me recomendó a su vez a otra autora que es bielorrusa, pero que vive en Argentina; se llama Natalia Litvinova y es súper conocida. Y ahora, en la revista, a la mayoría de autores los recuerdo con mucho cariño y me ha gustado mucho porque igual leo y me sirve. 
Hay otra anécdota, por ejemplo, s-n, un poeta italiano que vive en España, me agregó de repente a Instagram y así empecé a leerlo y ví que había ganado el premio Hiperión de poesía; lo leí y me quedé como ¡Wow! , escribe increíble. De ahí le escribí y él me respondió inmediatamente y me dijo que él leía la revista y así nos mandó su trabajo también.
A través de esta revista me di cuenta que había más posibilidades de hacer poesía, que no todo era tan ortodoxo como en Ecuador, que hay gente que tiene otra apertura y que es más sencilla, más humilde y que escriben increíble. Porque a veces en Ecuador hay estas brechas sociales o como que los poetas son intocables. No lo he vivido yo, pero lo he escuchado mucho. Pero por ejemplo, escribiendo a estos autores que tienen mucha trayectoria allá afuera, me doy cuenta que son muy amables y aportan con entusiasmo.
¿Qué ventajas puede tener para un poeta novel ser publicado en una revista literaria como Cráneo de Pangea?
Voy a decirlo por mi experiencia: Yo soy una chica que viene de Esmeraldas y en Esmeraldas no hay ni librerías. Los poetas que están allá son gente que nunca ves, entonces como que no hay ninguna posibilidad y si te pones a ver un poco de dónde son los círculos literarios del Ecuador (ahorita con la Uartes y con otras gestiones van a cambiar las cosas), pero si te pones a ver de dónde son los escritores, la mayoría son de la universidad Católica de Guayaquil, de la Católica de Quito o han estudiado en Argentina o en algún lugar fuera del país. Entonces es complicado para alguien que está en un pueblo ser publicado.
Yo jamás iba a poder decirle a una editorial “publícame”, pero en cambio yo veía en las revistas que sí se podía publicar; sin embargo, yo no quería mandar porque me daba mucho miedo de lo que escribía, aun así lo intenté porque un chico (Iván) tenía una revista en México que se llama Malos pasos y él me dijo para ver si podía publicar mi trabajo en su revista; después de ahí me escribieron varias revistas y desde ahí personas de Ecuador me empezaron a agregarme al ver que de otras personas había un reconocimiento. 
Entonces esto de las revistas sí sirve para visibilizar, porque no siempre todos tenemos la posibilidad de ir a talleres literarios, de estar en una universidad de artes o estudiar en la católica de Guayaquil o de Quito. Yo respeto mucho las publicaciones virtuales porque es una soberanía que nos corresponde a nosotros porque es nuestra generación y porque tal vez si yo no hubiese publicado en esas revistas quizá nunca hubiese publicado. 
Si alguien quisiera publicar sus trabajos en su revista, ¿qué tendría que hacer?
Ya no tenemos la opción de recepción. A veces nos han escrito personas y les hemos dicho que no, a veces yo digo mándame. Pero en sí lo que estamos tratando de hacer es salir  de la idea del gusto personal. Buscamos ahora mirar otras cosas como la estética y su trabajo. Así que últimamente nadie me ha preguntado para publicar en la revista, siempre pido.
Su revista Cráneo de Pangea aparece en el Retos de las relaciones culturales entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe de Lluís Bonet y Héctor Schargorodsky (Eds.) como una de las iniciativas por parte de Ecuador. Cuéntanos cómo han tomado esta noticia y qué significa para la revista este posicionamiento.
Esto es algo que no lo esperábamos, pero no nos sorprende porque sí hemos trabajado duro. Y más bien esto nos hace seguir con la misma línea de trabajo que tenemos y  seguir con aun mucha más seriedad.



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